Pro: la ciudad esta casi vacia, lo que te da una sensación de paz y orden cuando caminas por una calle sin gente ni autos.
Contra: Los lugares lindos siguen llenos, ahora no por argentinos si no por turistas extrangeros. Osea, que seguis cenando con la mesa pegadita a otra pareja que se sento a lado tuyo y puede meterse en la charla cuando quiera. Igualmente las dos parejas que se sentaron al costado nuestro no hablaban castellano por lo tanto pudimos hablar tranquilos sin que nadie entendiera ni se horrorizara de nuestra conversación.
Y no pregunten que conversamos porque obviamente no se podía contar y menos a vos que me lees en castellano.
"Palabras lúcidas de un subconciente desordenado"
martes, 22 de enero de 2008
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